¿Tienes una empresa, pero no termina de despegar? ¿Necesitas financiarte, pero no sabes cómo conseguirlo? ¿Intuyes que tus trabajadores podrían ser más productivos? Quizás necesitas la ayuda de una consultoría, pero todavía no lo sabes.
Para identificar si necesitas contar con los servicios de consultores, lo primero que debes conocer es: en qué consisten dichos servicios. En las siguientes líneas te lo contamos.
¿Qué es una consultoría?
Una empresa consultora tiene la función fundamental de asesorar. ¿Y eso qué significa? Básicamente prestar apoyo, respaldo y orientación a empresas como la tuya.
Compuesta por profesionales expertos en la investigación y el análisis de todas las facetas relacionadas con la empresa, sus servicios pueden suponer un impulso clave para mejorar los resultados, identificar y resolver un problema, llevar a término un proyecto o conseguir los recursos financieros o humanos que tu empresa necesita, entre otras muchas labores más.
Son muchas las ramas en las que una consultora puede ayudarte. A continuación, te enumeraremos algunos de los principales servicios que te ofrecen:
- Consultoría estratégica para definir el rumbo.
- Consultoría financiera para los aspectos relacionados con la gestión económica.
- Consultoría de publicidad y marketing para desentrañar los patrones de consumo de tus clientes y lograr que tus campañas sean mucho más efectivas.
- Consultoría de recursos humanos para los procesos de selección y formación del personal.
Pero ¿Qué mejor manera de comprobar su gran utilidad para tu negocio que haciendo uso de ejemplos? Por eso, en las siguientes líneas te citaremos algunas ocasiones en las que puedes llegar a necesitar todos estos servicios.
Situaciones en las que puedes necesitar la consultoría:
- Intuyes que hay un problema en la empresa, pero no sabes cómo solucionarlo: los consultores te ofrecerán un punto de vista objetivo, formado y experimentado para identificarlo, diagnosticarlo y solucionarlo.
- Los empleados adolecen de desmotivación o baja productividad: te ayudarán a reorganizar la estructura empresarial para optimizar el desempeño de los equipos de trabajo.
- Necesitas contratar nuevos empleados: obtendrás asesoramiento sobre trámites legales, normativa laboral, ayudas y subvenciones a la contratación y, en definitiva, asistencia para agilizar el proceso.
- Quieres encontrar financiación que no comprometa la rentabilidad de tu negocio: te mostrarán todas las opciones disponibles para hacerlo, valorando cuál será la más conveniente para ti.
- Necesitas incrementar tu volumen de facturación: te ayudarán a efectuar un estudio de mercado para obtener ventajas competitivas e identificarán los posibles problemas operativos o de producción.
- Estás pensando en internacionalizar la empresa: gracias a su conocimiento en materia de normativas y reglamentos internacionales e investigación de nuevos mercados, te ayudarán a abrirte paso.
- Has recibido alguna sanción administrativa: los asesores se encargarán de mantener las obligaciones tributarias al día.
Estos son solamente algunos ejemplos que muestran hasta qué punto la ayuda de una consultoría puede hacer que tu negocio florezca.